La Taberna del Chato crea afición con sus originales tapas
La Taberna del Chato ha conseguido en poco tiempo lo que muchos bares tardan mucho en conseguir. O no llegan a conseguir siquiera. La Taberna del Chato se ha convertido en un clásico de las listas de restaurantes de tapeo en el centro de Madrid. Su esfuerzo por ofrecer algo diferente, su presencia en las redes sociales y sobre todo, que haya gustado mucho a la gente han conseguido que la Taberna del Chato se haya hecho un hueco privilegiado en una de las zonas de Madrid más especiales.

La Taberna del Chato se encuentra situada en la Calle de la Cruz 8. Está muy cerca de la Calle Barcelona y de la Calle Cádiz, una zona repleta de bares de tapeo. Un segundo local está en Argüelles en la Calle Andrés Mellado 88.
La originalidad de la Taberna del Chato
La Taberna del Chato basa mucha de su fama en que ofrece una manera original de presentar sus tapas. Aquí te encuentras con las tapas servidas en vasos de chatos. El conocido vaso para el vino ahora se convierte en plato para una gran variedad de chatos como patatas con mojo, nidos de langostinos, pollo crujiente o tartar de bonito con algas. Una manera muy curiosa de ofrecer pinchos entre dos y cinco euros. Y puedo decir que están muy buenos.


Si estás pensando que la cantidad no es mucha siempre puedes pedir raciones, pinchos y montaditos o alguno de sus platos principales. Y puedes acabar con un buen postre. La carta de la Taberna del Chato es bastante completa y llega hasta después de la cena, ofreciendo cócteles a unos siete euros. Yo me esperaba un lugar muy cuidado y donde quizás el precio se fuese hacia arriba con la historia de pedirse varios chatos para probar. Pero al final el precio es bastante razonable para la zona en la que está, a apenas unos minutos de la Puerta del Sol. Digno de probar cuando tapeéis por la zona.