El Palé

09 marzo 2015

El Palé ha cerrado permanentemente. 😢

El próximo día sólo coulant. ¡Cuatro nos vamos a pedir!

Así fue como acabó nuestra cena en El Palé de Chueca, pero antes de explicar el porqué de esa frase empezaremos por el principio. Todo empezó un jueves noche en el que decidimos ir a probar el restaurante de Gonzalo. Tras probar diferentes estilos de comida y decoración, Gonzalo ha conseguido crear un sitio diferente y original gracias a todo el esfuerzo que ha invertido. Y ahora bien, ¿de dónde viene esa originalidad? Pues de sus «Palés«, el sello distintivo de este restaurante. Con palés como sillas, como posavasos, de decoración y ¡hasta palés como tiradores de puertas! Todo (o casi todo ) está hecho de palés.

El Palé

El Palé se divide en tres zonas: la del jardín colgante donde podrás ver cocinar al chef Leo Urquiza y comer y/o disfrutar de las noches golfas los viernes y sábados a partir de las doce con los espectáculos de la famosa Dolly; la zona chill out, una buena opción para disfrutar de sus copas a buen precio junto con las tartas caseras de Leo, perfecta para marcarse un afterwork; y la última, la que podríamos llamar el restaurante, en la que también puedes disfrutar de su buena comida.

El Palé

Hablemos de la comida de El Palé, ahora sí que sí. La carta se divide en 4 partes. Pensando en verde se centra en las ensaladas, donde os recomendamos la Ensalada de rúcula con verduras asadas parmessano y mostaza dulce (8,50 euros); Entrando en calor, donde encontramos los entrantes, recalcando la tortilla de patata con cebolla caramelizada (6 euros), aunque también hay croquetas de hongos y trufa (9 euros), minihamburguesas con cebolla confitada y mayonesa de albahaca (9 euros) y otros; Hablando en serio son los platos principales de la carta, donde nos os podéis perder los gambones salvajes con jamón ibérico sobre mar de albahaca (14,50 euris); y cerrando la carta tenemos Un dulce final en el que como decía Gonzalo para pedirlo e ir a confesarte al día siguiente. ¡Y no le falta razón! Porque hay pequeñas aunque deliciosas bombas como el tiramisú de nutella (5 euros).

Sin embargo nuestro favorito y la razón de la frase del comienzo del post es el coulant de chocolate (5,50 euros), porque Leo no cocina el típico bizcocho al que le inyectan chocolate derretido, sino que hace una crema de chocolate que tras el horneado deja el exterior crujiente mientras que el interior sigue derretido, lo que hace que sea suficientemente ligera como para pedírtelo aunque estés lleno.

También os recomendamos sus menús o su famoso cocido de los jueves.