La Bistroteca, hamburguesas en parrilla de carbón
Seguimos buscando hamburguesas deliciosas que probar en Madrid, por lo que pueda pasar. Desde hace poco, un nombre nos saltaba a la cara frecuentemente, sobre todo cuando el criterio de búsqueda se alejaba del distrito Centro. Ese nombre es La Bistroteca, un local que lleva desde el año 2016 entregando unas hamburguesas de mucho nivel, en un ambiente algo más elevado.
En La Bistroteca tienes un ambiente cálido e íntimo, para que disfrutes de tu comida. La parrilla de carbón es una de las cosas que más vas a destacar, pues su aroma ya te hace salivar desde la misma calle (Espartinas 7, mira cómo llegar en transporte público). La casualidad quiso que les cataramos el día que celebraban su segundo aniversario entre nosotros (un 20 de febrero).


Empecemos a comer. Cuando vayas a La Bistroteca es probable que quieras picar algo antes de sus hamburguesas. Entonces, el entrante que nunca te fallará será su guacamole (11,50 euros). Elaborado y explicado al momento, en tu mesa, a tu gusto de picante, está realmente bueno. Aguacate, lima, cilantro y cebolleta tierna: es la receta más tradicional de esta sagrada (y afrodisíaca) receta azteca, servido con totopos caseros de maíz en un bol molcajete de roca volcánica para evitar una oxidación que los camareros dicen no haber llegado a ver nunca. Así de rápido te lo comerás, es gloria.
Aparte también podrías probar sus tequeños (9,80 euros). Seis generosas piezas de esta receta venezolana que inunda Madrid servidas con salsa de tomate natural. Nos gusta valorar los restaurantes por sus «pequeños platos», y estos tequeños cumplen.

Las hamburguesas de La Bistroteca están muy ricas. Partamos de ese dato muy positivo para dar uno un poco negativo: son un poco más caras que la media a la que nos hemos acostumbrado en Madrid. Entre los 10,50 euros de la más sencilla a los 14 o 15 euros de algunas opciones. Pero ese precio no es prohibitivo y, eso sí, se transforma en una hamburguesas de 170 gramos de carne jugosa de vaca rubia gallega. Los panes ligeros pero resistentes, elaborados cada día, y los ingredientes y salsas de primer nivel, y patatas fritas caseras o ensalada de complemento.
Como era su cumple, probamos la hamburguesa que tenían fuera de carta (¡preguntad siempre!): La de buey (15,50 euros), un homenaje a sus inicios con su carne picada transmutada en un buey fileteado acompañada de crujiente de queso y salsa de pimienta.

También probamos dos hamburguesas de su carta fija. Por un lado cayó una La Poblana (14,50 euros): una combinación para los disfrutones del picante con queso de cabra moluengo en costra de ceniza, chutney de jalapeños, chips de yuca y mayonesa de aguacate acompañando a la carne en un pan de cerveza negra.
La tercera opción del día fue La Chisburger (14 euros): llamada a satisfacer a todos los amantes del queso con su valiente mezcla de stilton, cheddar inglés, edam y havarti sobre una base de manzana confitada y pan de cerveza negra. También podréis probar hamburguesas de sabores tailandeses, japoneses, coreanos o indios. U optar por sus tacos o sandwiches.

E increíblemente nos quedó un huequito para el postre. En La Bistroteca tenéis una tarta de tres leches (6,80 euros) en la que el sabor es suave pero delicioso. O también podéis probar un clásico que nunca falla en su tarta de queso con arándanos (6 euros). Para beber, tenéis cervezas artesanas de La Virgen, cócteles, vinos…

