Columna de opinión

Metro de Madrid: goteras y escaleras paradas

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esca copia

Metro de Madrid sigue su imparable descenso de calidad. Estas dos últimas semanas desde el Twitter de MadridFree hemos visto como bastante gente (y nosotros los primeros) se quejaba de dos cosas muy concretas: de las constantes averías de las escaleras mecánicas y las cada vez más numerosas goteras a poco que llueva en la ciudad.

Lo de las escaleras mecánicas es un problema inherente al Metro. Si tienes muchas escaleras mecánicas, y en Madrid tenemos muchas (por la profundidad necesaria o no de nuestras estaciones), es más probable que tengas averías. Eso se puede llegar a entender. Lo que no se entiende es que esas averías sean cada vez más frecuentes, que las reparaciones sean cada vez más ineficaces o que tarden tanto en tratar con esas averías. Evidentemente se está recortando también aquí. Digamos que si antes fallaban 10 escaleras y se arreglaban 8 al día, ahora se averían 15 y se arreglan 7. No tenemos datos, pero es algo evidente a poco que viajes un poco en el suburbano. Escaleras averiadas durante días, o que en apenas 24 horas vuelven a fallar. Eso por no hablar de las que están paradas sin motivo. Y todo a pesar del dinero gastado en los últimos años en cambiarlas por otras más modernas (y que pasan olímpicamente de eso de la eficiencia energética).

Las goteras son otra cosa que siempre ha estado también en el metro, pero que últimamente se ha vuelto insoportable. Andenes llenos de cubos a rebosar, bocas de metro encharcadas, goteras que llevan ahí tres años y no desaparecen. Es una vergüenza ver que caen cuatro gotas en la superficie y en los andenes crecen los cubos como setas. Da igual que estemos hablando de estaciones nuevas o estaciones recientemente reformadas. Estas abundantes goteras evidencian la falta de interés en las reformas y las construcciones, y la dejadez de la propia empresa en cuanto al estado general de las instalaciones.

¿Hay solución? Sí, aunque aún no sabemos si funcionará. Hay que quejarse, hay que molestar, hay que ser impertinentes (e intentar mantener la buena educación en el proceso, aunque cueste). Tenemos que poner reclamaciones (online o presenciales) hasta que les cubran. ¿Dan resultado? No lo sé, pero es lo que tenemos que hacer. Tenemos que decirles qué falla, dónde, y recordarles que cada vez estamos pagando más por un servicio que cada vez es de peor calidad. Nos podrán excusas, nos dirán que están ello y se disculparán. Y les diremos «gracias por la contestación y espero que se solucione». Y no lo harán, pero nosotros sí lo habremos hecho. Y no podrán decir que no cumplimos nuestra parte del trato. Entonces, todo recaerá sobre ellos, y deberán atenerse a las consecuencias.

Madrid, 19 de marzo de 2013.