Penalti Lounge Bar
El Penalti Lounge Bar se trasladó a Moncloa.
Del Penalti Lounge Bar habíamos oído hablar, habíamos visto sus ofertas, y ahora ya podemos decir que lo conocemos. El Penalti es un pequeño local de dos plantas situado realmente cerca del Santiago Bernabéu. Unas 20 personas en el comedor de la planta superior y otras tantas en la zona de bar de abajo. Está, en serio, a dos pasos del estadio, lo que le convierte en un lugar especialmente bien situado para el pre o post partido. O para la gente que gusta de salir por lo que queda de la Avenida de Brasil. Es un local que se nota que busca a la gente joven, y eso se nota en sus precios, sus ofertas y su rollo en general.

Cuando llevas allí 5 minutos te das cuenta de que estás en un local que es mitad bar de copas y mitad restaurante de comida rápida (sin connotaciones peyorativas, ojo). Palabras como hamburguesa, nachos, cubos, chupitos, minis, menú y similares te rodean, mientras suena música pop de fondo. En el Penalti puedes comer y beber bien y a buen precio, y es que hay veces que no hace falta más. Si quieres beber vas a tener copas a 4€, minis a 6 u 8€, cócteles a 4€, cubos de cervezas a 4€ y copones de 8 litros a 60€. Si lo que quieres es calentar el hígado, aquí tienes donde elegir. ¡Ah! Y happy hours con barra libre.

Y si quieres comer, en el Penalti Lounge Bar también vas a tener cosas interesantes para elegir. Aquí lo que es imperativo pedir es alguna de sus cinco hamburguesas. Se llaman Barbacoa (7,50€), Clásica (8€), Penalti (8,50€), Mediterránea (9,50€) y Chic (8,50€), y todas son pequeñas (en apariencia) pero matonas. Cuando llega el plato uno podría pensar que son pequeñas, pero cuando la agarras notas los 200 gramos de buey gallego que forman su corazón de carne. Y todas con sus patatas gajo, y todas personalizables por 1€ más por ingrediente.
Las hamburguesas están realmente deliciosas (eso sí, deberían preguntar el punto de la carne al tomar nota), y los ingredientes que las forman son normales pero están bien cocinados y presentados. Quizás haya hamburguesas más espectaculares por Madrid, pero eso no quiere decir que éstas no merezcan la pena. Hay veces que lo que uno quiere es, simple y llanamente, comer bien. Y en el Penalti se consigue.

También probamos algunos de sus entrantes. Los nachos con queso tienen un minipunto negativo, que son de bolsa, pero varios minipuntos positivos, como que es una cesta enorme para los 4€ que cuesta y que la salsa de queso cheddar caliente que acompaña es genial. Los aros de cebolla (4€), otra opción que nos encanta, estaban bien crujientes y ricos, con sus dos salsas para mojar. Además también hay croquetas, bacon cheese fries, salchipapas o fingers de queso o pollo para calentar.
Y de platos, si no eres hamburguesero, tienen pizzas, perritos o sandwiches. Los postres no los probamos pero porque no nos entraba nada más. Además, así tenemos excusa para volver y probar su coulant o su batido de kinder bueno. O sus menús con barra libre.


En resumen, el Penalti Lounge Bar es un sitio perfecto para ir a cenar bien y tranquilos con los amigos, y para preparar la noche antes de salir de fiesta. O para rematar un día futbolero.