The Killers cierran brillantemente la segunda edición del Dcode Fest
Madrid ha celebrado este fin de semana la segunda edición del Dcode Fest, que empieza a consolidarse como una de las principales citas del panorama festivalero de la capital. Tras traer el año pasado a nombres como My Chemical Romance, Kasabian o All Time Low, en esta ocasión los cabezas de cartel han sido The Killers, Justice, The Kooks y Sigur Ros. La subida del precio de las entradas y los abonos, que se ha agudizado con el incremento del IVA, no impidió a más de 20.000 almas acercarse el sábado noche a disfrutar de una buena ración de música en directo.
Si ya el viernes Sigur Ros y Justice enamoraron a los que se acercaron a Ciudad Universitaria para disfrutar de unos ritmos más alternativos, el sábado esperaba la locura para aquellos que, como una servidora, deseaban la llegada de The Killers al escenario principal.
Brandon Flowers y los suyos se hicieron de rogar. Tras horas en el exterior del recinto, los que esperábamos en los primeros puestos de la fila desde horas poco razonables corrimos hacia la impresionante estructura donde horas después sonaría el rock. La tarde musical comenzó alrededor a las cinco y media, cuando Syberia y Fira Fem inauguraron la jornada. Aún siendo totalmente instrumentales los primeros y con el micro principal mal calibrado los segundos, no fue eso sino el calor asfixiante lo que impidió disfrutar de ellos. El sol caía directamente sobre el complejo deportivo Cantarranas, sin ninguna sombra y a 2.50€ el medio litro de agua. Los británicos Django Django fueron la primera sorpresa agradable de la tarde y llenaron el ambiente con sus ritmos psicodélicos, casi experimentales, y una enorme simpatía, prometiendo que para la próxima vez traerían canciones en español.
El toque nacional lo dio a partir de las nueve menos cuarto la banda jienense Supersubmarina. Liderados por Jose Chino, arrancaron los primeros coreos y estribillos del público con canciones de su primer álbum, como Niebla o Ana y del último, que salió a la luz en mayo de este año y luce con temas como Hermética o Tecnicolor. El cantante aprovechó los primeros acordes de Kevin McAllister («Diciembre está al llegar…») para anunciar que, tal y como hicieron el año pasado, en diciembre de este año volverán a La Riviera para continuar con la gira de su disco Santacruz. Con el sol ya bajo, cerraron su actuación con la genial Cientocero.
Pasaban las diez de la noche cuando otra de las bandas aclamadas del cartel salió a escena. Con su último album cumpliendo un año, The Kooks motivaron al público con su rock alternativo y un derroche de sonrisas por parte de Luke Pritchard, cantante de la banda británica. Canciones tan míticas como She moves in her own way, Shine on o Always where I need to be encendieron a una audiencia entregada a sus estribillos pegadizos. Sorprendió la aparición de Mark Foster, el vocalista de la banda Foster The People, que inició con Pritchard una versión conjunta de su éxito Pumped up kicks. Deseando una feliz noche a los asistentes, se despidieron con Junk of the heart y Naive.
Nada menos que una hora llevó a los trabajadores del festival colocar todo el arsenal tecnológico que The Killers necesitaban para el apoteósico final del fin de semana. En primeras filas, los vigilantes empezaban a repartir botellas de agua que hicieron más aguantable la espera. Una enorme K representativa de la banda, un teclado con la parte frontal en forma de rayo luminoso y paneles de luz se repartían por todo el escenario. Ya pasaban quince minutos de la medianoche cuando Brandon Flowers, Dave Keuning, Mark Stoermer y Ronnie Vannucci saltaron al escenario entre los gritos enfervorecidos de la agotada pero entregadaa masa. Runaways, el primer sencillo de su nuevo disco (Battleborn, a la venta mañana en España), empezó un brillante espectáculo de luz, color y buena música, y Flowers prometió en un español muy decente, tras presentarse, que esa noche iban a por todas. No faltaron los clásicos de Somebody told me, Human, Spaceman o Smile like you mean it. También sonaron temas difíciles de encontrar en sus setlists, como For reasons unknown o la versión de Shadowplay (originalmente de Joy Division). Brandon Flowers, alternando el teclado con la guitarra, no paró de sonreír en toda la noche mientras observaba a la multitud corear sin error sus estribillos. Conquistaron al público con otra cover, esta vez de la mítica Forever Young de Alphaville. Mr. Brightside unió a los más de 20.000 asistentes en una sola voz, y All these things that I’ve done pretendió traer un final visualmente brillante y lleno de confeti al más puro estilo de Coldplay… pero sabíamos que aún quedaba uno de sus éxitos más coreados. Entre aplausos y vítores, los cuatro integrantes volvieron al escenario y completaron una noche increíble con Jenny was a friend of mine y When you were young.
Entre reverencias y sabedores de que habían conquistado la noche madrileña, ‘los asesinos’ se retiraron y el Dcode Fest 2012 tocó a su fin. Los fans más acérrimos se peleaban por las baquetas que había regalado el batería, mientras que otros más pacíficos se llevaban las manos a la cabeza, aún sin acabar de creerse lo que acababan de ver. Los autobuses nocturnos llenos hasta la bandera abandonaban Ciudad Universitaria con la más que posible promesa de una tercera edición para el año que viene. No hay aún ni la más ligera pista de los carteles pero es una apuesta segura decir que dejarán a muchos, entre los que me encuentro, con una bonita metáfora: sin voz y sin palabras.